El día 19 de marzo es la fiesta grande de Valencia. Es el día de “La Cremà”.
Llamas aderezadas con lágrimas valencianas, se llevan consigo el trabajo e ilusiones que durante todo el año han sido el leitmotiv de cada miembro del casal.
¿Se lo llevan todo? …no exactamente.
Durante las semanas previas a la fiesta, los visitantes de la Exposició del Ninot, han votado por aquella obra que quieren librar del fuego. El ganador se convertirá en el Ninot Indultat. Compartirá el honor con sus predecesores de perdurar en el tiempo y formar parte del museo donde el que guste lo podrá volver a admirar.
Para Hogares Compartidos no es una casualidad que desde la primera votación popular, allá por el año 1934, los temas más comunes de los privilegiados Ninots indultats hayan sido las personas mayores, los abuelos y las escenas cotidianas que los representan.
¿Por qué son votados mayoritariamente? ¿Por qué tras pasadas décadas la temática más aceptada no varía?
Es evidente que en el recuerdo colectivo hay imágenes y sensaciones que se añoran. Y queda de manifiesto, que lo que recordamos de las personas mayores que han formado parte de nuestra vida, permanece en nosotros para siempre.
Entre todas las obras indultadas a lo largo de más de siete décadas, cerca de la treintena muestran a personas mayores anónimas en momentos cotidianos sonde cualquiera de nosotros podríamos vernos reflejados.
Con estos datos llegamos a una preciosa conclusión: los valencianos y sus visitantes indultan a sus mayores, protegen sus recuerdos y reconocen lo importante que han sido para ellos concediéndoles la eternidad.
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