Adoro a mis nietos. ¡Ostras!, ¿ya ha llegado el verano?

Los nietos son el alma de la casa y hacen vivir a los abuelos una etapa muy dulce donde pueden permitirse, ¿por qué no?, malcriar y dejar de lado las responsabilidades que reportaba la paternidad. Todos recordamos con cariño como nos han consentido, dado dinero a escondidas o han reñido a nuestros padres después de que nos castigaran. Atrás quedaron los agobios del trabajo, el pago de la hipoteca y los malabares para llegar a fin de mes. Después de una vida llena de incertidumbre: postguerra, dictadura, transición….un par de crisis… ¡Uff!, a los que han estrenado su “abuelidad” en los últimos lustros, les toca descansar. Al contrario que sus padres, ellos han llegado con una aceptable salud a su jubilación y pueden disfrutar de una calidad de vida más cómoda. Estaría muy bien que pudieran aprovechar esa circunstancia. Muchos de los que fueron padres en las décadas de los setenta y ochenta pasaron épocas muy complicadas en su vida. El índice de analfabetos es considerable y muchos emigraron para que su prole tuviera una vida mejor que la suya. La mayoría ha trabajado duro. Es fácil encontrar a cuarentañeros españoles nacidos en otros países o que recuerden como miembros de su familia iban anualmente a Francia a vendimiar. Ahora esos padres son las víctimas colaterales de que sus hijos e hijas estén bien formados, no hayan tenido que trabajar hasta acabar sus estudios, se hayan independizado más de una década después que ellos, y también, que hayan sido abuelos mucho más mayores que sus predecesores. Aparte de la ayuda que incondicionalmente suelen brindar a lo largo de los...

Mamá, ¿por qué hay casas vacías si hay gente que no tiene hogar?

Si tienes un hijo pequeño pero con edad suficiente para razonar, haz un experimento: –       Coméntale que hay gente que no tiene casa. –       Coméntale que hay gente que tiene muchas casas. –       Coméntale que hay casas que nunca han sido utilizadas –       Coméntale que hay casas que eran de gente, pero que ahora se las han quitado porque no tenían dinero…y además, como nadie las utiliza, se estropean poco a poco. Prepárate, porque acto seguido te van a bombardear con un sinfín de preguntas. Te va a asombrar utilizando una lógica tan simple como aplastante…y lo más duro…te va a sorprender su preocupación. Resulta insultante que en pocos años, cada uno de nosotros, que habríamos reaccionado de una manera similar cuando fuimos niños, hayamos asumido esto como normal, y pensemos que simplemente, todo este asunto no nos toca. Hay gente sin hogar. Hay hogares sin gente. Hay muchos problemas y quizás éste no sea el nuestro. Pero es una realidad el hecho de que cada vez es más común conocer a alguien que lo tiene. En un artículo de www.elmundo.es publicado en el 29.07.13, se afirma que “España tiene pisos disponibles para que toda la UE pueda estar de vacaciones 15 días”. Es escalofriante. Últimamente, ha habido intentos de crear acuerdos con algunas entidades financieras, dueñas de casas embargadas o vacías, cuya procedencia han sido las empresas constructoras que no han podido hacerse cargo. Un ejemplo fue el “Convenio para la creación de un fondo social de viviendas, en enero de 2013”. Pero vista la realidad actual y que el problema, lejos de decrecer, parece que cada vez sea...

Valencia indulta a sus mayores.

El día 19 de marzo es la fiesta grande de Valencia. Es el día de “La Cremà”. Llamas aderezadas con lágrimas valencianas, se llevan consigo el trabajo e ilusiones que durante todo el año han sido el leitmotiv de cada miembro del casal. ¿Se lo llevan todo? …no exactamente. Durante las semanas previas a la fiesta, los visitantes de la Exposició del Ninot, han votado por aquella obra que quieren librar del fuego. El ganador se convertirá en el Ninot Indultat. Compartirá el honor con sus predecesores de perdurar en el tiempo y formar parte del museo donde el que guste lo podrá volver a admirar. Para Hogares Compartidos no es una casualidad que desde la primera votación popular, allá por el año 1934, los temas más comunes de los privilegiados Ninots indultats hayan sido las personas mayores, los abuelos y las escenas cotidianas que los representan. ¿Por qué son votados mayoritariamente? ¿Por qué tras pasadas décadas la temática más aceptada no varía? Es evidente que en el recuerdo colectivo hay imágenes y sensaciones que se añoran. Y queda de manifiesto, que lo que recordamos de las personas mayores que han formado parte de nuestra vida, permanece en nosotros para siempre. Entre todas las obras indultadas a lo largo de más de siete décadas, cerca de la treintena muestran a personas mayores anónimas en momentos cotidianos sonde cualquiera de nosotros podríamos vernos reflejados. Con estos datos llegamos a una preciosa conclusión: los valencianos y sus visitantes indultan a sus mayores, protegen sus recuerdos y reconocen lo importante que han sido para ellos concediéndoles la...

Día de la mujer trabajadora. A mis tres abuelas.

Es complicado decir algo el día de la mujer trabajadora que no haya sido contado ya…así que he decidido dedicar estas palabras a tres importantes mujeres de mi vida. De mis cinco abuelas, no conocí a las dos biológicas, pero a las otras tres las disfruté más que nadie. María nació en los años 20 y fue la pequeña de 9 hermanos. Su madre falleció cuando apenas tenía dos, así que desde muy joven,  su condición de mujer  conviviendo con varios varones mayores, hizo que tuviera que trabajar en casa y en el negocio familiar (el único horno del pueblo), de madrugada hasta la noche. A pesar de tener poco tiempo libre, tuvo un novio. Ella estaba enamorada, pero una larga enfermedad de él, hizo que María perdiera su juventud  esperando su recuperación y poderse casar. Manolo no la superó, y ella se quedó sin novio y con una década más a sus espaldas. Y siguió trabajando en el horno y para los de su casa… Cuando ya había perdido la esperanza de formar una familia, estando más cerca de los cincuenta que de los cuarenta, comenzó a verse a escondidas con un viudo que tenía 3 hijos varones…Ese cosquilleo que casi ya no recordaba volvió, pero desafortunadamente su familia no aprobaba aquella relación. Un día cogió las mudas que tenía, se las puso una encima de otra como pudo, y con la complicidad de la madrugada se escapó de casa y se casó con él: mi abuelo. La familia de mi abuelo, que tenía a sus hijos dispersos por casas para su atención, volvió a reunirse bajo el...